Son tiempos complicados, diferentes, desconcertantes y llenos de grandes retos no solo en México si no, a nivel mundial, la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19 ha replanteado los paradigmas económicos, tecnológicos, educativos y culturales.

Hace tan solo unas semanas en Vasanta Magazine comentaba acerca de la importancia de ser una sociedad digital,  resaltaba la necesidad de contar con una una estrategia de política pública transversal fundamentada en el desarrollo de habilidades digitales, de lo imprescindible que resultaba realizar un rediseño educativo que preparará ampliamente a la población pues no basta con insistir en llevar la conectividad hasta el último poblado del país, si no se sabe cómo utilizar debidamente la conectividad.

Y entonces llego la pandemia de COVID-19 arrasando con todo a su camino y tumbándonos en un aislamiento incierto, adiós rutinas, adiós convivencia social, adiós escuelas, adiós centros de trabajo. Damos un salto de fe dejando nuestra vida cotidiana y nos entregamos al encierro, digan hola a su nueva vida por algunos días o semanas quizá meses si esta pandemia no puede llegar a ser controlada y concientizada por la población al no salir de sus hogares, no se ustedes, pero yo me encuentro en casa desde el 12 de marzo.

Así nos replanteamos la vida, con esa resiliencia que caracteriza al ser humano, entre estrés y frustración por enfrentarnos de golpe a las vicisitudes de la conectividad, en un abrir y cerrar de ojos la sociedad se da cuenta que trabajar desde casa es viable, atender conferencias y realizar todo tipo de actividades que hacíamos en nuestra vida diaria se pueden realizar desde el hogar. Las telecomunicaciones se convirtieron en el acceso al mundo exterior y a nuestros seres queridos, se rompieron de golpe ciertos prejuicios en torno a las telecomunicaciones y con ello se ha incremento exponencialmente su uso, sobre todo en el uso de internet, lo que ha provocado la saturación de las redes.

¿Y cómo es que los usuarios podemos saturar las redes de telecomunicaciones? Imaginemos una carretera, con dos carriles uno de ida y otro de regreso, con un tránsito normal, ahora pensemos en la misma carretera en época vacacional en donde el tráfico se incrementa hasta un 50%, provocando terribles congestionamientos y retrasos. Este mismo fenómeno sucede con las redes de telecomunicaciones diseñadas para operar bajo ciertos estándares según donde te encuentres, es decir, una red privada de una oficina cuanta con la capacidad para soportar el intercambio de tráfico de las personas que laboran allí, si este tráfico se traslada a los hogares al aumentar la demanda de usuarios en internet, la saturación de las redes es inevitable.

En la situación actual el incremento de la demanda de trafico deriva del uso de herramientas de teletrabajo, escuela virtual y por mayor demanda de entretenimiento; videojuegos en línea y streaming de video pues desafortunadamente no se está haciendo un uso razonable en la utilización del internet. Esto representa un desafío para los operadores en mantener la calidad del servicio, como la empresa Megacable que puede atender el 40% de una sobredemanda, pero si la demanda se incrementa podría experimentar problemas de saturación.[1]

Como sociedad debemos ser responsables en el uso de las telecomunicaciones y contribuir a no saturar las redes, lo que se requiere en esta coyuntura es empatía pues muchas personas se encuentran en situaciones muy vulnerables que quizá puedan requerir atención inmediata.

Se recomienda priorizar el uso de internet para fines informativos, laborales, educativos y de salud, se recomienda utilizar los horarios con menor tráfico de datos que generalmente son por la tarde – noche para descargar archivos pesados, ver películas, series y videos o jugar en línea, además de limitar el uso de videoconferencias o llamadas con video y dar preferencia a las comunicaciones de voz, utilizar preferentemente servicios de mensajería instantánea SMS, WhatsApp, Messenger, retomar nuestra línea fija si estamos en casa no usemos el celular para llamar, marquemos a números fijos para tampoco saturemos las redes de los demás.

Es muy importante que en esta contingencia conozcan cuál es su consumo promedio de internet para que puedan planificarlo de acuerdo al servicio que hayan contratado, para el caso de internet fijo no se trata de la cantidad de datos asignados, sino de la velocidad con la que navegas por ello  si realizan diversas actividades al mismo tiempo como; Videoconferencia  de trabajo, descarga de videos de YouTube,  ver series en Netflix y videojuego en línea, posiblemente alguna de las actividades comience a fallar y la calidad del servicio se vea mermada al ocupar todo el ancho de banda.

Ya lo decía A. Einstein “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”. Es tiempo de mostrar empatía y despertar el deseo de ayudar y contribuir como sociedad ante la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, si bien nos encontramos en un aislamiento forzado, es el momento de encontrar otras formas colaborativas y utilizar correctamente los servicios de telecomunicaciones para evitar la saturación de las redes y que toda la población pueda contar con los servicios que se requieran durante la pandemia de COVID-19, realmente no sabemos cuánto tiempo más continuaremos en el exilio y es por ello que la empatía debe caracterizar nuestro actuar.

Elizabeth Peña Jáuregui

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