Fuente: Xataka
La Comisión Europea sigue trabajando en el desarrollo del euro digital. Se espera que la regulación llegue a principios de 2023, mientras que iniciarán su trabajo en un primer prototipo de esa criptomoneda regulada y oficial a finales de ese mismo año.
La relevancia de contar con un euro digital parece clara para la Eurozona y el Banco Central Europeo, que está realizando ya pruebas internas. Esa criptomoneda podría llegar al mercado en 2025 si todo va a la perfección, y competiría con la criptomoneda oficial de China y la que está en desarrollo en Estados Unidos.
Criptomonedas sí, pero que sean reguladas y oficiales
Son varios los esfuerzos nacionales que están dirigidos a crear una criptomoneda digital que sea respaldo de su moneda fiat. Al dólar le espera un dólar digital, al yuan un yuan digital y al euro un euro digital.
La popularidad de las criptodivisas y el interés creciente por parte de bancos e instituciones tradicionales ha activado las alarmas en los bancos centrales, que desde hace un tiempo llevan trabajando para crear esas versiones digitales de sus propias monedas.
El Banco Central Europeo está inmerso en ese esfuerzo. Christine Lagarde, directora de la entidad, anunciaba en julio de 2021 que 80 bancos centrales estaban interesados en la creación de monedas virtuales, y uno de ellos era el BCE, que había comenzado a plantearse algo así en octubre de 2020.
Ahora la Comisión Europea prepara la legislación que afectará al euro digital: sus responsables esperan tenerla lista a principios de 2023, y los expertos del BCE esperan comenzar a trabajar en un prototipo a finales de 2023.
Si todo va bien el euro digital podría debutar en 2025. La hoja de ruta parece ser perfecta para el proceso legislativo de la Unión Europeo, ya que la legislación tendrá que negociarse con los Estados Miembros y también en el Parlamento Europeo antes de convertirse definitivamente en ley.
Se espera que la UE inicie un proceso de consulta pública en pocas semanas que tratará de confirmar por ejemplo cómo los ciudadanos europeos utilizarían el euro digital. Mairead McGuinness, director financiero de la UE, anunciaba esos planes el pasado miércoles en un evento FinTech.
Tras la consulta pública se realizará una asesoría sobre el impacto que este euro digital podría tener en una potencial desestabilización del sistema financiero. Los riesgos están ahí, y como ya explicamos el euro digital podría alterar de forma considerable el papel de los bancos comerciales convencionales: de repente perderían cierto papel protagonista, provocando una posible disminución de liquidez de sus bancos si la gente convirtiese su dinero a esa moneda digital regulada y gestionada por el BCE.
Varios son los bancos centrales que quieren evitar que el auge de las criptomonedas acabe siendo una amenaza para sus monedas oficiales. Ese euro digital «complementaría el efectivo, no viene a reemplazarlo«, explicaban en el BCE, pero también sería la respuesta al atractivo de las criptomonedas como bitcoin o Ethereum, que hasta ahora prácticamente no se han usado para operaciones cotidianas de compraventa pero que tienen criptomonedas derivadas o alternativas que sí buscan convertirse en protagonistas en esos ámbitos.