Fuente: Xataka

Samsung SDI, fabricante de baterías y materiales electrónicos, está trabajando en un ambicioso plan para empezar a producir baterías apiladas para teléfonos móviles. Es una tecnología que se hereda del coche eléctrico, y que técnicamente permite aumentar la densidad energética de las baterías sin incrementar su tamaño. Queda alejada de las baterías de estado sólido o doble alimentación, siendo un planteamiento más realista a corto plazo.

Esto permitiría contar con baterías de mayor capacidad sin sacrificar el tamaño de los dispositivos, algo clave en un momento de estancamiento con las baterías. Superar la barrera de los 5.000mAh podría estar más cerca, aunque hay trabajo por delante.

Las baterías apiladas como solución al problema

Desde hace años, las baterías de los teléfonos no crecen. Parecemos habernos estancado entre los 4.500 y los 5.000mAh (salvo contadas excepciones), y es que aumentar la capacidad de las mismas vendría de la mano de un incremento en tamaño. Según fuentes de la industria coreana, Samsung trabaja para aumentar la densidad energética, respetando el mismo tamaño actual.

Para ello, apostará por las baterías apiladas en capas, tecnología que se utiliza en algunas de las baterías de última generación para coches eléctricos. Según la fuente, Samsung SDI ya está probando la producción de este tipo de baterías, para móviles, en su planta de Cheonan, Corea del Sur. Se espera una inversión de 85 millones de dólares para equipar sus líneas de producción con el material necesario para crearlas, creando otra línea piloto en Tianjin, China, para acelerar la producción.

La tecnología de apilamiento plantea interesantes ventajas, como una larga vida útil, un mejor aprovechamiento del espacio y una alta capacidad de la cara a la densidad energética. En comparación con la tecnología actual, puede aumentar la densidad energética entre un 5 y un 10%, alargando la vida útil de los ciclos de batería en hasta un 10%.

En este tipo de baterías apiladas, conforme avanzan los ciclos de carga-descarga, la distribución de la temperatura es bastante uniforme, generando un menor estrés dentro de la célula. La complejidad a la hora de fabricarlas es mayor, por lo que no se espera contar con este tipo de baterías para 2022. No obstante, destinando estos recursos a producción en serie, no se descarta ver un Galaxy S23 con esta tecnología.

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